Este archipiélago africano,
formado por unas 115 islas (de las que solo 33 están permanentemente habitadas)
es un territorio mágico que emerge sobre el Océano Índico, al noreste de
Madagascar.
Durante varios siglos, las islas Seychelles han sido el escondite
perfecto elegido por piratas tanto para esconder sus botines como hallar el
mejor refugio. Estas islas estuvieron deshabitadas hasta finales del siglo XVIII, hasta que los habitantes franceses de
Mauricio desembarcaron en territorio seycheliano para asentarse y se toparon con
armas de fuego, tumbas de bucaneros y un sinfín de tesoros y joyas sumergidos
en el mar.
De aquí surgió el carácter extrovertido de sus
habitantes, gente hospitalaria y calurosa acostumbrada a invitar a los
visitantes a sus casas, haciendo que la estancia en su país sea más inolvidable
aún.
Con una
impresionante naturaleza y multitud de actividades y excursiones en ella tendréis una experiencia más enriquecedora. Camina, explora, conecta y
sumérgete en las Seychelles más
natural.
¿No queréis perderos nada? Pues la mejor opción es contactar con
Planes con Duende, un equipo de artesanos de los viajes que crearán vuestra Luna de Miel a medida y siempre plasmando la esencia de cada lugar visitado en unas experiencias únicas. Toma papel y boli:
Isla principal de las Seychelles, Mahé
es ideal para hacer snorkel y descansar frente a un paisaje exuberante. Playas de todo tipo, desde la más conocidas como Beau Vallon donde podéis encontrar más turismo, a las más aisladas cubiertas de vegetación como Port Launay
y L´islette
que son un remanso de paz.
Cuenta con una carretera que rodea la isla y nos facilita el recorrido por Mahé porque os permitirá encontrar a vuestro paso playas escondidas que no se visitan normalmente, con
formaciones de coral que rodean la playa y conforman un paraje único y en
ocasiones podréis estar completamente solos en la playa.
También tendréis la oportunidad de toparos con La Plaine St. André, donde se encuentra la
destilería de ron por excelencia de Seycheles, "Takamaka Rum Distillery". Desde finales del siglo XVIII, esta destilería
se ha erigido como patrimonio icónico seycheliano, dando la opción a
visitantes de conocer su museo, jardín medicinal, ruinas históricas y conocer a
sus dos "gerentes" que dan nombre al negocio, las tortugas gigantes ‘Taka’ y
‘Maka’.
Siendo la segunda isla más grande de las Seychelles, podréis disfrutar de sus fantásticas playas además de otro imprescindible como el
Vallée de Mai, una espectacular
Reserva Natural declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Contiene uno de los bosques más bellos e increíbles del planeta donde nacen numerosas
palmeras cocoteras, en concreto el Coco de Mer, endémico de Seychelles y única en el mundo. Más que una
excursión, es una es una experiencia vibrante, en la que también podrás admirar
las cascadas y la fauna de reptiles y aves que componen una belleza virgen, que
no ha llegado a ser alterada por los humanos
Planes con Duende
nos recomiendan igualmente alquilar un coche y recoger la isla por carretera, tanto la que la rodea, como la que la atraviesa que os llevará al Vallée de Mai y donde disfrutaréis de
todos los encantos naturales que ostenta esta isla.
Siendo la isla mucho más pequeña que las anteriores, tan 10 kilómetros cuadrados, está plagada de lugares indispensables para visitar. Empezando por el parque marino de Sainte-Anne
y su Channel Rock, un lugar
predilecto para los amantes del buceo y el esnórquel. Este sitio se
encuentra plagado de enormes rocas de granito bastante cubiertas de esponjas y
corales, además de albergar una increíble vida marina en su interior. Siéntete
uno más bajo el agua nadando al lado de todo tipo de peces y tiburones de
arrecife, rayas y tortugas.
Si visitáis la isla entre los meses de agosto y octubre podrás toparte con el conocido
tiburón ballena, el pez más grande del mar. Aunque si preferís disfrutar desde la superficie, podéis embarcaros en un kayak de cristal para
contemplar desde arriba el ecosistema marino de Seychelles.
En esta ocasión,
Planes con Duende
nos recomiendan recorrer la isla en bici para visitar la Iglesia de Notre Dame de L’Assomption, la playa de Grand Anse, la playa
de Anse Source d’Argent y la playa de Banana
Cove. Aunque lo ideal es centrarse en el noroeste de la isla, donde la población queda concentrada en las aldeas de
La Passe,
La Réunion
y
L’Union.
En La Passe encontrarás los
mejores sitios para comer unos buenos fish & chips, ideales para
recuperar energías para el resto del día. En La Réunion todo gira en
torno al parque Veuve, una pequeña reserva natural que supone el último
refugio del pájaro ‘flycatcher’, una especie rara y endémica que llama la
atención por su tono azul profundo. Mientras que
en L’Union encontraras un sendero de ensueño, atractivo, en calma y
rodeado de vegetación, por el que pasear en bicicleta; un recorrido entrañable
que es amenizado por el discurrir del río La Mare Soupape.
Será difícil que te encuentres con un
viaje tan sorprendente y con tanta diversidad, en el que recorrer carreteras y
senderos con total calma mientras disfrutas de la belleza paisajística de
Seychelles. Viajar por libre por Mahé, Praslin y La Digue es
precisamente eso, no tener horarios, perder la noción del tiempo, y saber que
en cada parada de espera algo completamente distinto a la anterior. Ya sea en
coche, en bicicleta o a pie, las rutas de las Seychelles te atraparán y nunca
dejarán de sorprenderte.
Pide más información en la
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Planes con Duende
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