Primera tradición a conocer; el vestido blanco de la Novia. Siempre hemos creído que su significado tenía que ver con la pureza e inocencia que toda Novia debe irradiar. En parte es así, aunque no directamente.
En la Antigua Roma, las mujeres vestían para su Boda una túnica blanca ajustada con un cinturón atado con un nudo que simbolizaba la virginidad y que el Novio desataba en la Luna de Miel. En Grecia las Novias abandonaban la soltería vestidas con una túnica blanca de lino y encima un manto drapeado.
Pero en realidad las Novias vestían el día de su Boda o un vestido nuevo que pudieran volver a utilizar más veces en su vida, de colores muy diversos, o el mejor traje que ya tuvieran porque no podían adquirir uno nuevo. Pero nunca pensaron en que fuera blanco porque era un color difícil de lavar y de mantener, y de mancharse durante la celebración de la Boda, posteriormente iba a ser muy difícil el volver a utilizarlo.
Entonces, ¿cuándo empezó a utilizarse el blanco para los vestidos de Novia? Fue el 10 de Febrero de 1840 en la Boda de la Reina de Inglaterra Mª Victoria y su amado Alberto de Sajonia. Una reina con un poder mediático y político tan importante que incluso puso nombre a una época, la época victoriana. Una verdadera influencer del siglo XIX, un periodo donde empezaban con fuerza los medios de comunicación escritos y la fotografía.
Así que unimos influencia y rápida comunicación visual y ¿qué obtenemos? El INSTAGRAM de su época.
Podemos decir que la Reina Victoria dejó dos grandes tendencias, como buena amante de la moda que era: el look negro total para el luto y el blanco para las Bodas. En su época, el color elegido por gran parte de las mujeres para su vestido de Novia era de color, sobre todo el rojo. Y se reservaba el blanco para las doncellas que se presentaban por primera vez en la Corte.
Pero Victoria decidió que su gran amor por Alberto hacía que su historia fuese poco tradicional y rompió con todas las reglas. Su vestido se realizó en seda satinada color crema claro con volante de encaje en el cuello y en las mangas, cintura estrecha, enaguas de crinolina y adornos de encaje. En resumen, lo que hoy llamamos silueta princesa.
Tanto nobles como plebeyos quedaron fascinados con su vestido, y muchas de las Novias con gran poder adquisitivo empezaron a copiarla y a utilizar looks blancos para su gran día, que además quedaban mucho mejor en las fotografías en blanco y negro y en sepia.
Desde aquí, el color blanco en los vestidos de Novia cobró el simbolismo que tienen hoy en día; pureza, inocencia y virginidad.
Ya en el siglo XX las celebrities de Hollywood empezaron a usar el blanco para sus vestidos de Novias y tras la Segunda Guerra Mundial, la ropa se abarató y las Novias pudieron a empezar a usar el vestido para sólo la Boda, por lo que el blanco se convirtió en el color también para las Novias de a pie, no sólo para la realeza.
Y desde ese día en 1840, miles de Novias han vestido de color blanco para el día más importante de sus vidas. Os recordamos algunas de estas Novias de las últimas décadas: